Caperucita Roja
Bueno, ya estoy de vuelta.
Esta noche he salido. Después de más de un mes. Cómo lo necesitaba. No es que haya sido una gran juerga, porque a las once aún estaba en casa y he vuelto antes de las dos. Pero aún así, me ha venido genial.
Me he puesto mi abrigo rojo de Caperucita Roja, ese que me sienta tan bien y tanto me gusta y le gusta a todos. Esta noche necesitaba verme bien. Últimamente necesito verme bien todos los días, pero no puedo vestirme exclusivamente de rojo.
El caso es que no ha sido una noche espectacular pero he quedado con mi amiga C. y me he encontrado con mi amiga V. las dos amigas en mi ciudad que más me han ayudado. Un día les dedicaré un post a cada una. A ellas y a mis dos amigas de la playa, A. y M.J. La verdad es que si no hubiera sido por las cuatro, no se qué sería de mi ahora. Aunque no creo que nunca lo lean porque este blog es simplemente un diario, que publico aquí porque en en un cuaderno me da mucha pereza y no quiero que se pierda nada de lo que estoy viviendo ahora.
Tampoco debería perderse lo que viví esos largos meses de verano y esos seis años de noviazgo. Lo bueno y lo malo de esos seis años. Pero es que me da vergüenza haber sido tan tonta. Hacía tiempo que no me unía nada a él, que estábamos en dos mundos distintos, como si cada uno de nosotros siguiera el mismo camino, pero en dos líneas paralelas que nunca se tocan. Había un papel, un conrato de compraventa de una vivienda que nos unía, pero a parte de eso, nada. Un día contaré, cómo llegamos a esa situación, como me até de esa manera. Pero eso será otro día.
Otro día también tendré que explicar mi fijación por el rojo y por las tacones, y por los muebles chinos. Lo apunto aquí para que no se me olivide, pero por el momento voy a buscar una imagen de Caperucita Roja. Por cierto, también tengo que agradecer a mi amigo R., que es quien me llama Caperucita Roja.
2 comentarios
sorprendida -
Mimi -
Además, gracias por tus ánimos. He estado desconectada del mundo, de modo que siento no haber podido animarte yo a ti como te merecías a tiempo en tus últimas entradas...
Me alegra ver que se van solucionando las cosas. Aquí el cielo se va despejando, en todos los sentidos. Espero que mañana haga sol, de nuevo en todos lo sentidos.
Un abrazo y, ya sabes, gracias por todo.