Dame pan y dime tonta, porque lo soy

Las cosas como son. Yo también soy de mi tierra. Vamos a ver. ¿Qué es lo que yo quiero aunque no quiera reconocerlo? Lo que quiero es que mi ex-no-novio sea mi novio. Para eso tienes que estar atenta y si ves síntomas de que algo puede prosperar, no dejes pasar la oportunidad. Pues claro, como eso es justo lo que hay que hacer, pues voy yo y hago lo contrario.

Me llama mi no-novio para quedar. Como yo no puedo en ese momento le digo que después le avisaría. Pasan dos horas y no le digo nada. El muchacho desesperado va y me llama. Pero, cuando él puede, yo no puedo y cuando yo puedo al final él no puede. Total, que se queda ahí la cosa. Pero entonces voy yo y le propongo otro plan pero él no puede. Eso sí, no me lo dice demasiado bien. El caso es que no hay para tanto pero, yo me cojo un mosqueo del quince. Al rato tengo que llamarle y disculparme. Al día siguiente le felicito el año. Y hasta hoy. No sé nada de él, el jueves volvemos a vernos, ahí ya no hay más remedio y a ver qué pasa este año. Otra vez a pasarlo mal, a pensar en él, a no concentrarme en el trabajo.

Si es que definitivamente soy tonta. La última vez nos despedimos con un beso en los labios, que además fui yo la que se lanzó y él me llama a la primera oportunidad que tiene y entonces voy y la fastidio y él estando tan cerca está otra vez tan lejos...