La voz más fuerte
piensa que si te dicen que no puedes
no podrás
y si te lo dices tú misma peor aún
porque es la voz que más fuerte oímos
ni siquiera hace falta pronunciarla para oírla.
Así que hoy he decidido gritar a los cuatro vientos que sí, que sí puedo. Que vuelvo a ser capaz. O mejor dicho, que me he dado cuenta de que nunca he dejado de serlo.
0 comentarios