El verano lo dirá

Los días vienen y están con nosotros por un tiempo. Y luego, rápidamente se van. Igual sucede con las oportunidades. Vienen, te saludan, te dicen: "ey, estoy aquí, haz lo que quieras conmigo pero decídete pronto, porque no estaré mucho tiempo esperando"
Y entonces nos ponemos nerviosos, nos apresuramos y no vemos más allá. O por el contrario pensamos que quizá no era ésa la oportunidad que estábamos esperando, la que nos convenía, la buena para nosotros.
O quizá estemos demasiado tiempo esperando la oportunidad de nuestra vida, cuando en realidad vino ya o nunca llegue.
Y en éstas estoy yo. Sin saber si lo que se supone que tengo que hacer es lo que necesito de verdad, y si lo que quiero hacer es lo que en realidad me conviene.
Sólo quiero que los días pasen y que las señales se debiliten. O se hagan más fuertes. ¿Es ésta una oportunidad perdida o una oportunidad que viene para quedarse?
¿Es realidad? ¿Y si son sólo imaginaciones mías?
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